La soberanía podría estar amenazada.

El contexto político dominicano, en este momento requiere un movimiento en las fichas del ajedrés. Dicho evento ha surgido de una forma natural, debido a la fuerza de los liderazgos altos existentes al interior del partido de gobierno. Lo que enturbia el proceso, son las jugadas maestras de los que quieren cambiar la voluntades y esgrimirse como vencedores.

La situación puede tener muchas complejidades y grandes consecuencias políticas y sociales para la Republica Dominicana. Esto se debe a la fuerza de un grupo embuido por las ansias del poder, que quiere conectar a la fuerza con los ciudadanos de un país. Se quiere imponer la repetición de la historia del pasado dominicano de un paso hacia delante y dos para atrás.

El interés del gobierno por forzar la aprobación de un sistema con primarias abiertas, el cual desnaturaliza el régimen de partido lo está llevando a poner en juego hasta la soberanía nacional.

Es obvio que los acontecimientos políticos de la semana pasada con la salida a las calles del León han provocado acudir a la última alternativa que le queda al gobierno para impedir que el PLD siga al frente del Estado. Es lógico que se quiere provocar la destrucción o la división definitiva del PLD.

Aunque el tema de la corrupción conmueve e impacta a todo el mundo, la intelectualidad en este país sabe que es más grande lo que se ve que lo que no se ve. Está a la vista que los movimientos del senador Feliz Bautista en la semana han provocado acciones para detener sus pasos.

Qué pena que un partido como el PLD., con los principios que le dieron origen a esta altura se vea al punto del colapso por su propia gentes. Las acciones desmedidas lo han llevado hasta comprometer la soberanía y esto en verdad debe llevar a preocupación. La intervención del imperio en los bienes del senador de San Juan, significa una derrota a la democracia dominicana, pues no ha sido capaz de resolver problemas sencillos sin ayuda exterior.

Intervenir en los bienes de un ciudadano, ni que fueran bienes productos del narcotráfico, no está esto dentro de la legalidad. Alegremente identificarse con esta acción no es conveniente en un Estado soberano.