Los cambios en el ministerio público.

Los países organizados y menos politizados institucionalmente en el mundo tienen principios institucionales impostergables que garantizan el buen funcionamiento de las instituciones públicas. Dichas leyes dejan muy claro los perfiles profesionales, éticos y morales, del ciudadano para cada puesto. Los cargos son para el que está en capacidad de desempeñar. Por lo tanto los puestos son sometidos a concurso dando oportunidad a aquellos interesados participar y demostrar sus competencias. Hace un tiempo en el ministerio educativo en la República Dominicana los puestos docentes se escogen por concurso. En los últimos días se ha implementado una modalidad y se abrió un proceso competitivo, para los puestos de directores regionales y distritales; que aunque no es muy convincente todavía, por lo menos modificó las formas tradicionales de colocación de personal en dicho puestos.

Siguiendo proceso competitivo se quiere hacer lo mismo a nivel del ministerio público. Este elemento existe desde hace un tiempo, los aspirantes a esos puestos para poder desempeñarlos son sometidos a pruebas, pero también hay una gran cantidad en el desempeño que no ha aprobado dicha prueba. Lo que aparenta es que hay una necesidad de cambios en el contexto y se aprovecha esa debilidad para prescindir de ellos.Se les propone participar en un proceso competitivo para permanecer en dicho cargo.

Hay que reconocer entre esas personas que han demostrado su nivel de compromiso con el Estado, el pueblo y la justicia. Su capacidad es incuestionable, pero le temen al proceso. Las pretensiones son muy claras y ellos no son tontos para confiar que haya interés en su permanencia en estos cargos. En función de eso estos humildes servidores públicos ceden voluntariamente los puestos para que otros ciudadanos los ocupen.

Entre ellos hay muy competentes y comprometido con el deber ciudadano y la justicia, que han expuesto hasta su propia integridad para hacer un trabajo en defensa de la justicia. Siempre se ha dicho el Estado ni agradece ni guarda rencor. Con esto se quiere decir que no haya elementos malos dentro del ministerio público, hay de todo, que venden sentencia y trafican con toda clase de influencias, provocando todo tipo de injusticias y crímenes. Esto son otros quinientos, que no tiene que ver con el proceso competitivo.

Hay escuela para los fiscales y jueces, pero es privilegio de algunos, que igual a los demás procesos también tiene sus debilidades, por lo que las puertas no se abren para todos los profesionales del derecho. Queda mucho por hacer para fortalecer los procesos institucionales en el país.