El Matero.-El opositor Partido Socialdemócrata, liderado por el ex líder sindical Antti Rinne, es la formación más votada en las elecciones parlamentarias celebradas este domingo en Finlandia, tras el cierre de los colegios electorales y cuando se ha escrutado ya el 35,5 % de los votos.
Los socialdemócratas, actualmente la cuarta fuerza política del país, obtienen por ahora el 18,9% de los sufragios, 1,7 puntos más que el partido conservador Kokoomus, del ministro de Finanzas en funciones Petteri Orpo.
El también gubernamental Partido de Centro del primer ministro finés, Juha Sipilä, se sitúa en tercera posicióncon el 15,4% de los votos ( un 5,7% menos que en las elecciones de 2015), mientras que la formación de ultraderecha Verdaderos Finlandeses quedaría en cuarto lugar, con el 15,1%
Después de soportar cuatro años de austeridad, los finlandeses han votado este domingo para elegir un nuevo Parlamento.
La coalición gubernamental saliente, integrada por el Centro (el partido del primer ministro Juha Sipilä), el Partido de Coalición Nacional (derecha) y el partido Reforma Azul (euroescéptico), aplicó una serie de medidas para sacar al país de la recesión en 2016.
El favorito, Antti Rinne, de 56 años, ex ministro de Finanzas que hizo gran parte de su carrera en el sindicalismo, centró su campaña contra las rigurosas medidas de Juha Sipilä.
"Ha habido muchos recortes y algunos en áreas como la educación, cuando era algo que prometieron no tocar", dijo a AFP Jenny, quien votó el domingo por la mazana en Helsinki.
Los colegios electorales abrieron a las 8.00 hora española. Cerca de un millón y medio de electores (más de un tercio del total) ya votaron por adelantado.
Finlandia tiene votación proporcional y una cultura política de consenso que lleva coaliciones heterogéneas al poder.
El desafío del próximo Gobierno será también atacar el difícil tema de la protección social. En Finlandia, cuyo Estado de bienestar es uno de los más generosos del mundo, se enfrenta ahora una población cada vez más envejecida y con menos nacimientos.
Además, el crecimiento del país podría desacelerarse aún cuando ya salió de la recesió
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