​Siglo XXI guerra del conocimiento.

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DIARIO EL MATERO.-El mantenimiento de Trump en relaciones armoniosas con China puede ser una estrategia de una nueva guerra fría. Este hecho debilita las relaciones estadounidenses hacia otros polos. El error estaría en que este enemigo emergente hay que vencerlo con sus propias armas y eso no se está mirando.


Hay quienes favorecen la idea de que la entrada de Donal Trump a la escena, es decir, su elección como presidente de Los Estados Unidos y su inicial acción de apoyo  a la adquisición de productos industrializados procedentes de China es parte de esta estrategia.  Se han ido agregando aspectos los cuales conducen y reafirmar la realidad.


Se justifica la afirmación debido a que la mayoría de la población estadounidense no favorece las relaciones con China, son causas profundas que distancian a China y Estados Unidos por la rivalidad por el dominio de las tecnologías y otros conflictos entre las superpotencias.


La guerra fría ya no tiene resultados con el silo XXI,  China puede estar involucrada en la guerra, pero no la impulsada, los mismos están enfocados en aspecto fundamentales de su economía, que no le interesa invertir  en guerra, ni dominio imperial con derramamiento de sangre.


El desarrollo de la política armamentista y expansionista  convirtió a Los Estados Unidos en una potencia mundial, la cual continuó su curso con la guerra fría y le ha permitido mantenerse. Volver a una guerra sangrienta puede no ser una buena idea y traer consecuencias muy negativas para la humanidad. Especialmente para la sociedad ordinaria, la violencia geopolítica, ideológica, la lucha contra el crecimiento del comunismo, todo esto es  pasado.


Es probable que Los Chinos hayan avanzado en aspectos tecnológicos superando la potencia norteamericana, ahora se conviertan en una amenaza,  estos pueden terminar ganando la guerra del conocimiento, producir  e incentivar el saber es la inversión y la competencia del siglo XXI.


El desarrollo de la academia, la creación de estructuras tecnológicas que superen a enemigo más próximo debe ser el norte. Probablemente la guerra del conocimiento salga vencedor este enemigo en construcción, quien puede darle a beber espuma de su propio chocolate.


Al parecer la política estadounidense debe centrarse en el crecimiento en aspectos que lo hagan superar al enemigo. Si centra su atención en guerra fría o sangrienta  no podrá cantar vitoria sobre su real enemigo del siglo XXI, un enemigo que triunfa en base al saber.


China como parte del primer mundo tuvo primacía en los inventos tecnológicos que dieron repuntes a la humanidad. Si la política norteamericana no se enfoca en el conocimiento, la ciencia y la tecnología, en Asia se posesiona una superpotencia insuperable.

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