Extender el cierre de Wuhan hasta abril retrasaría la segunda ola de COVID-19

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DIARIO EL MATERO, De uno a mil en 26 días. Ésa es la progresión de las muertes del coronavirus en Estados Unidos. La primera persona falleció el 29 de febrero. Ayer, 25 de marzo, a las 10 de la noche de Baltimore (4 de la madrugada de hoy de España), la web de la Universidad Johns Hopkins que mantiene el siniestro recuento de los positivos y los muertos de la enfermedad fue actualizada y dio la cifra de 1.031.


Así, EEUU se sitúa, junto con China, Italia, Irán, Francia y España en el grupo de países que, según las estadísticas oficiales, han excedido el millar de fallecidos. De ellos, 280 se han producido en la ciudad de Nueva York, en la que más de 20.000 personas han dado positivo en la prueba de detección del virus. En proporción a la población, sin embargo, es Nueva Orleáns donde el contagio está creciendo más deprisa. Esa ciudad de Louisiana lleva 827 casos y 39 fallecidos.

La velocidad de propagación del virus en ese estado es tan rápida que, según los medios de comunicación estadounidenses, Louisiana se ha convertido en la zona del mundo en la que está creciendo más deprisa el número de contagiados, con 1.795 en la noche de ayer. La razón parece ser la celebración del famoso Carnaval de Nueva Orleáns, que en febrero concentró en esa ciudad - y especialmente en su zona colonial, conocida como 'Barrio Francés' a pesar de que los nombres de las calles son españoles - a decenas de miles de estadounidenses con ganas de fiesta.


Al ritmo actual, el número de casos y el de muertos en Estados Unidos se dobla aproximadamente cada 36 horas. En todo el país hay registrados 68.572 casos, una cifra solo superada por China e Italia. La enfermedad ha tenido diferentes focos. El primero fue en el estado de Washington, en el extremo Noroeste del país. De allí pasó a California, en el Oeste, y luego a Nueva York. Ahora, al igual que sucede en España, se ha extendido a todo el país y está empezando allegar a las zonas rurales. En los últimos días, el número de casos se ha disparado en el Sur, un área que hasta la fecha se había visto menos afectada.


De hecho, según la web de estadísticas FiveThrityEight, los estados que votaron por Hillary Clinton están teniendo un aumento de los casos del 21% diario, mientras que los que lo hicieron por Donald Trump experimentan un incremento del 31%. Ésa no es una distinción baladí. Demócratas y republicanos difieren en la seriedad de la pandemia. Los primeros se la toman más en serio, mientras que los segundos creen que su gravedad está siendo exagerada por los medios de comunicación. Ni siquiera se ponen de acuerdo en cómo llamar al Covid-19. Mientras que los demócratas usan el término 'coronavirus', los republicanos emplean 'virus chino' o 'virus de Wuhan'.


Incluso a la hora de tomar medidas precautorias, los republicanos son menos partidarios de suspender las actividades diarias. Eso ha quedado de manifiesto justo una hora antes de que se rompiera la barrera del millar de muertos, cuando Tate Reeves, la gobernadora republicana del Estado de Mississippi, en el sur del país, emitió una orden ejecutiva en virtud de la cual puede derogar las medidas de seguridad adoptadas por las ciudades, incluyendo el cierre de establecimientos. "Mississippi no es China", declaró la gobernadora.


La importancia de los estados a la hora de combatir la enfermedad es crítica porque EEUU es un país federal, y la decisión de suspender la actividad de los comercios y, en general, de las empresas y negocios es competencia de éstos, no de la Casa Blanca o el Congreso.

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