​Elecciones sin traumas y sin imposición.

En medio de los momentos más difíciles que vive la República Dominicana, con la presencia de dos crisis: una política electoral y otra sanitaria social; el pueblo dominicano con su voto, sella unos de esos panoramas, en un acto que ratifica el sistema democrático.

El país hizo uso de su poder ratificando y fortaleciendo un sistema democrático anómalo, pero con su decisión se fueron disipando las frustraciones del proceso de elecciones primarias abiertas del PLD y el incomprensible proceso de Febrero.

El pueblo dominicano merece un reconocimiento, su decisión dejó resuelto un problema que podía generar una crisis políticas y la crisis políticas generan rebeliones. Ahora se espera que tenga sus ojos puestos en las acciones, que debe enfocarse ese gobierno.

Conjuntamente con el pueblo dominicano, reconocer y felicitar a los líderes del Partido Revolucionario Moderno, quienes deben gobernar con sabiduría, sin olvidar las lecciones aprendidas en este proceso, el pueblo quita y el pueblo pone.

En cambio, Abinader ha sido beneficiado con un voto de confianza en una primera vuelta, creando un contexto de gobernabilidad, con mayoría en el congreso, elementos que le dejan espacio para cumplir lo prometido a la nación.

Hay que resaltar que hubo una alta abstención, un 45% es casi la mitad de la población votante, no hay justificación, supuestamente, por el COVID-19, el miedo y falta de seguridad, la débil movilización, pero puede ser también porque las ofertas no llenaban sus expectativas o porque La Fuerza del Pueblo no tuviera los recursos humanos y económicos necesarios para movilizarlos, al parecer eran de las base del PLD, quien ahora obtuvo un millón de votos menos que en las elecciones del 2016.

Por otro lado vale resaltar, que en estas elecciones hubo una gran movilización de recursos, en cambio el pueblo no votó por el clientelismo y discurso populista al contrario le molestó que Gonzalo tomara la presidencia para presentarse como una persona bondadosa y condolida. Votó porque cuando los partidos se dividen gana el contrario, se creó un contexto favorable a la oposición

En estas elecciones votaron por el PRM clase media, alta y baja, la idea une todas las clases, encabezada por la clase media quien es siempre la propulsora de las transformaciones y sobre la cuál descansa el progreso de un país.

Esa clase media que ha ido creciendo es quien reclama justicia ante los actos de corrupción, sus hombros descansa el mayor peso en el sostén de la economía, contrario a los representantes, capitalista propietarios de las grandes empresas, que son unos trepadores y oportunista, a quienes el pueblo con su voto le impidió agenciarse el Estado dominicano.

El presidente electo debe apoyar sus acciones en la preservación de la economía y mantener la armonía macroeconomíca, se vaticina una reforma fiscal, me pregunto sobre qué sector caerá el peso de las acciones tributarias. La clase media no soportaría más carga, soporta el crecimiento del sector financiero, comercial y toda la economía, vale identificar que subsiste con bajos salarios, sostiene la seguridad social, pago de impuestos en los salarios y donde quiera que compra.

Por esta razón, el gobierno entrante debe utilizar sus herramientas para que haya un equilibrio entre los sectores que componen la economía. Un solo sector no puede ser recipiente del mayor peso, la equidad debe prevalecer.