La iglesia y su posición respecto de la vida y la muerte Ledesma.

Por: Manuel Emilio Duvalls.

Durante toda la vida, la iglesia ha sido feroz en cuanto a la defensa de la vida, y muestra de ello, es su oposición al aborto. Más desde el punto de vista en defensa de los Derechos Humanos, no se puede considerar así, ya que defiende si el derecho a la vida, pero al parecer no le importa el dolor y el sufrimiento de una persona que padece de enfermedades crónicas. No escucha el clamor de las personas que piden el final de su sufrimiento, y desde este punto de vista, la Iglesia lucha por la vida de las personas, pero no por los Derechos que les asisten. ¿Si existe la pena de muerte en muchos países del mundo entre ellos Estados unidos; cómo es que la iglesia con su poder no ha podido abolir esa monstruosidad de Ley legal en esos países, y en cambio se opone a una ley que pide el mismo ciudadano de manera personal a acabar con su sufrimiento ayudándole a morir con dignidad? ¿Qué tiene más valor en esta vida, el dolor o la paz de las personas?

No estamos tratando un tema de si una persona pide morir porque sí, no se trata de si una persona sana decide acabar con su vida, el tema que nos ocupa es que una persona, que sufre una enfermedad crónica pide morir con dignidad, y de esa manera, no seguir viviendo con una enfermedad incurable. Solo están pidiendo no ser un vegetal.

En este caso, me refiero a la Iglesia, para no tener que mencionar todas y cada una de las congregaciones cristianas, sino, que me refiero al cristianismo de manera general y absoluto, dicho esto, no quiero que piensen que por decir la Iglesia, me refiero únicamente a la católica, sino que me estoy refiriendo al cristianismo en general. La oposición más feroz, que encuentran las personas que piden que les dejen decidir sobre su vida, se encuentra en todas y cada una de las congregaciones cristianas, este es un tema muy delicado cuando se trata de la iglesia. Por eso, cuando hablo de la iglesia, no me refiero únicamente a la Iglesia Católica, sino también, a las congragaciones que se hacen llamar iglesias evangélicas. En el caso de las iglesias evangélicas, si un tema de de la sociedad les conviene, son los primeros en dar la nota, pero cuando no les conviene, rehúyen como el agua en remolino, estos son unos pelícanos de cuidado. 

Los cristianos, son los grandes impulsores a la oposición del derecho a decidir, aliándose con los halcones políticos que por sacar renta de un debate político como es el tema que nos preocupa, son capaces de condenar a un enfermo crónico a una muerte lenta y segura, segundo a segundo; aumentando deliberadamente el sufrimiento de esa persona y de sus familiares. Yo que soy un cristiano católico practicante, que me encanta ir a Misa, no estoy de acurdo con la posición que ha tomado el catolicismo al ponerse del lado de los que se oponen a que una persona que se encuentra postrado en una cama o en una silla de rueda, que pide que se le permita decidir su propia vida, se le niegue el derecho a decidir sobre sí mismo. 

La muerte es tan digna como la vida, y si una persona a quien hay que hacerle de todo, inclusive, sus necesidades higiénicas personales, porque no se puede valer por sí misma, y esta persona pide morir con dignidad, no se le puede privar de un derecho necesario para acabar con el sufrimiento propio y el de su familia. Como cristiano, puedo decir, que quizás sea esta la única practica en la que no estoy de acuerdo con mi religión, porque ni los políticos ni la iglesia tienen que decidir cuál es la forma en que yo deba morir; yo soy dueño de mi vida, y debo decidir cuándo y dónde. Nadie pude decidir la forma en que hay que morirse. La oposición al derecho a decidir sobre tu vida cuando te encuentra en una situación como esta, es como encadenarte de por vida, sin que pueda librarte de la agonía que te espera. 

Es muy cierto que hemos de defender el derecho a la vida, pero una vida digna. La Iglesia Católica, ha defendido siempre el derecho a la vida, y hay un punto en el que todo cristiano está de acuerdo en su posición de defensa (contra el aborto), pero en un tema como este no todos estamos de acuerdo con su posición, porque no se puede privar a una persona decidir sobre su propia vida, y eso es lo que hace la iglesia, ejerciendo una dictadura moral, basándose en su poder que tiene dentro de la sociedad en el mundo. Me gustaría que el Vaticano escuche el clamor de unas personas que sufren día a día segundo a segundo, y piden de manera desesperada una solución a su problema. Y ante un debate tan complejo como este, yo le hago la pregunta a esos políticos, y a esos cristianos que se oponen a aprobar la ley de la eutanasia.

¿Qué sentiría usted, si un familiar suyo, que padece de una enfermedad crónica, que sufre día y noche, segundo a segundo el dolor y el sufrimiento de manera irreversible, le pide que le ayude a acabar con su sufrimiento, y le ayude a morir con dignidad?