​Jesús es un ejemplo de amor.

La iglesia hoy reflexiona tres temas de la biblia que conducen a entregarse por completo. Isaías 50,5-9, el profeta habla sobre la disposición a entregarse por completo a la voluntad del creador; Santiago 2, 14-18, la fe sin obra nada vale y Jesús  quiere ser asumido por los discípulos. (Marcos 8, 27-35).

Jesús quiere que los discípulos sienta lo mismo que él, les toca la misión de continuar la labor transformadora del hombre camino a la felicidad. Quiere saber hasta donde sus seguidores están convencidos de la misión por eso hace la pregunta ¿Quién soy yo?

El maestro sabía que los discípulos tenían que llevar la vida de Jesús a todo el mundo, él se preguntaba que irán a decir, como la gente conocerá del hijo del hombre si no comprenden quien soy.

Los apóstoles que estuvieron con Jesús siempre se supone que son los más conocedores sobre el maestro sin embargo la gente ve el mundo como de acuerdo a como es la persona y no como realmente es. En cambio Jesús es un redentor que vino a quitar vendas de los ojos, pero no ha sido comprendido por sus seguidores por eso se enfada.

Todos los cristianos podemos estar trabajando por la misión de Jesús de forma equivocada. Conocer el proyecto de Jesús exige despojarse de todo y asumirlo como el único salvador y la voz de los pobres del mundo.

En el contexto de la iglesia la fe se vive en comunidad, interactuar y compartir con los demás. Asumir a Cristo es despojarse a sí mismo y vivir una vida nueva, transformaba renovada abierta a oír, conversar.

Dejar entrar a Cristo en tu vida  es hacer crecer esa vocación de recibir, curar, integrar, luchar, en esos encuentros con los demás contribuir a que puedan hacer la carga de sus errores  más liviana, no hacer juicios inclementes, buscar caminos de curar las heridas.

En conclusión el evangelio de Jesús es un ejemplo de amor, de vida, unidad, perdón. Se resume en Cristo vive en mí. Él quiso la unidad de su pueblo por medio de la iglesia por la interacción de una comunidad de hermanos.

Hay que huir de ser reprendido como Pedro quien quiso acomodarse a su propia conveniencia y su percepción de la realidad, prediquemos con el ejemplo de vida dejado por el maestro Jesús.

Hay que construir iglesia espiritual al estilo de Dios, amorosa, sensible, pedirle a Jesús que nos ayude a comprender sus palabras, nunca se sabe en realidad de que forma quiere que se cumpla su misión.

Es necesario compartir la vida  en la iglesia por medio de la oración, la venida de Jesús está cerca.