​Epifanía del amor de Jesús.

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En este tiempo de adviento y ordinario se observa lo que la iglesia llama las epifanías de Jesús, se resumen en tres: el anuncio de los reyes magos de Jesús como redentor del mundo, el bautizo de Jesús el Jordán por Juan y la transformación del agua en vino en las bodas de canaán, esta última será el centro de esta reflexión. Tres festividades puntuales durante su paso por el mundo.


Desde el profeta Isaías se presenta el amor como una fuerza capaz de vencerlo todo: Sión en Jerusalén, es un modelo de la fuerza del amor está preparado para darlo todo hasta lograr un pueblo de justicia y su plenitud observada por las autoridades, este será un pueblo santo, privilegiado, el señor se glorificará, con la grandeza de una estructura y una sociedad santa. Issaias (62, 1-5). Es importante cantar, orar, clamar, enseñar las maravillas del señor. (Salmo 95)


Según San Pablo (12, 4-11), les dice a los Corintios que aunque cada uno elija un camino para su fe, su modus vivendi todos buscamos al mismo espíritu, solo existe uno, un solo Dios, da a cada uno según su vocación un talento para ayudar a su comunidad: curación, evangelizar, la fe y todo aquello que ha contribuido con un mundo mejor.


En San Juan (2, 1-11), el discípulo explica un momento en que Jesús muestra su condición sobrenatural, convirtiendo el agua en vino en la boda de Canaán.


El vino era un emblema que significaba el amor, se agotó el amor y la humanidad, la pareja, la familia necesita multiplicar el amor en la tierra para la felicidad. El vino tenía que agotarse para que el salvador resaltara el valor del amor en el mundo y su poder transformador de la vida.


Era necesario que los afectados por enfermedades que la ley los apartaba del grupo se acercaran a Jesús para ser liberados y con ellos todos los que estaban en su lugar, tal es el caso de los afectados por la lepra.

Jesús tenía que presenciar el apedreamiento de la mujer de su amigo Pedro para liberar a todas las mujeres de ser apedreadas.


Jesús tenía que sanar la mujer que tenía el flujo de sangre para liberar la humanidad de este tipo de creencias que apartaban una mujer de su familia por estar enferma supuestamente del pecado.


Jesús tenía que abrir los ojos a los ciegos para que la humanidad salga de la ceguera y sea capaz de ver las cosas que perjudican su existencia y luchar por resolverlas.


Jesús tenía que hacer que los mudos hablaran para que el mundo pueda gritar a los cuatros vientos su opresión y falta de oportunidades.


Es necesario ver el verdadero Jesús que transforma la humanidad, continuar su labor redentora favoreciendo los desvalidos, los pobres, que no tiene quien luche por ellos, promover un mundo de amor, sin violencia, violaciones, injusticia, delincuencia, violencia en la familia, la corrupción, niños sin escuelas, hambre y falta de medicina. Que la paz esté non nosotros.

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