​Precios en los rascacielos preocupan.

En mucho tiempo el término inflación dejó de mencionarse en esta sociedad. El pueblo dominicano tiene la impresión que, los gobiernos perredeistas o lo que es lo mismo PRM, se caracterizan por descontrolar la economía. Está muy claro ahora desde la entrada al poder del PRM, se inicia esta incertidumbre especialmente en los más pobres por los cambios en los precios.

En tiempos no muy lejanos en aquella época de infortunios, comerciantes manejaban la economía del país a su antojo provocando constantes alzas en los precios. Está muy evidente, que en el juego de la oferta y la demanda se puede manipular, más oferta y menos demanda baja el producto, poca oferta mucha demanda sube el producto. Para provocar la escasez los inescrupulosos acaparan los productos de primera necesidad, provocando escasez, esta sube el producto, en consecuencia cuantiosas ganancias para todo aquel que tiene existencia en su negocio del mismo.

Sería muy cruel ahora que sujetos desalmados provoquen una miseria al pueblo en momentos tan difíciles, pandemia, incertidumbre, desesperanza y un gobierno sin perspectivas de aterrizar.

En el último sondeo de la CEPAL se informó que la República Dominicana es uno de los países donde más se aumentaron los precios en el año pasado, se mostraron alarmados. Verdaderamente paralizados están aquellos que llenan una fundita negra con dos mil pesos. Cada día se escapa de sus nanos su capacidad adquisitiva, para ahorrar, vestirse y divertirse.

Cuando estamos fuera del país nos percibimos como un país costoso, cuando vemos el manejo de los precios en cualquier producto de uso doméstico, es muy fácil, el dólar nos hace ver un país caro. Volviendo a los precios, en verdad es muy viejo el hecho de subir y bajar precios por personas sin alma para hacerse ricos de la noche a la mañana. Es larga la lista de productos que suben de precios cada día.

De ahí surge el nombre de estabilización de precios y otro organismo de protección al consumidor, que han germinado como medida preventiva de esos abusos.

Igual también esos organismos pierden el control porque no existe un régimen de consecuencias en la aplicación de las leyes en este país.

Los funcionarios del gobierno y el propio gobierno acomodan la situación a los precios en el mercado internacional por la pandemia, si, el pueblo ha perdido la confianza y puede suponer que las alzas se deben también a personas interesadas en desestabilizar y hacer riquezas a costa del perjuicio de los pobres.

El gobierno debe empantalonarse utilizar las herramientas con las que cuenta para darle tranquilidad al pueblo pobre. No es suficiente todos los subsidios que se apoya el Estado. Se necesita confianza generar una estabilidad de los precios y los mismos den acceso a los más necesitados.