​ Cuidemos la libertad, ha costado mucho a la humanidad.

No creo que luego de la pandemia haya una vuelta a la normalidad totalmente, habrá un antes y un después. Todos defendemos la democracia, la llevamos dentro como un escudo. Creemos que es el último nivel de los sistemas políticos, es decir la más completa y máxima expresión de la libertad.

Todo implica que hay que redimensionar las políticas y estrategias dentro de la vida democrática para dar respuestas a los principales problemas de la humanidad. De no poder lidiar con cambios profundos la democracia puede entrar en crisis.

 El universo de la información y la comunicación según avanza puede controlar totalmente la humanidad, esa puede ser la peor guerra, han organizado la sociedad en todo el globo,  pueden ejercer  control.

Es muy difícil que los sistemas políticos alcancen las tecnologías y puedan caminar a su ritmo. La vida democrática se encuentra atrapada en este mundo virtual, el cuál no sabemos dónde va a parar.

En los últimos tiempos se han visto elementos antidemocráticos en diversas sociedades, como américa latina, imposición de gobierno por medio del fraude, violación a las leyes, modificación de la sociedad admitiendo el matrimonio de personas del mismo sexo.

El mundo está inmerso en la mayor dificultad en el sistema de salud con la aparición de coronavirus con todas sus variantes, existen otros problemas como el cambio climático, la inseguridad, la violencia en todos los órdenes, el crimen,  la estafa por medio de internet, la corrupción estatal, matrimonio infantil, rápido avance de las tecnologías de la información y la comunicación.

La democracia es contraría a los régimen absolutista,  despotismo, arbitrariedad. Se fundamenta en las normas y leyes que competen a todos cumplir. Las cosas que vemos ahora nos preocupan porque amenazan la vida democrática, cada vez que se comete una violación a las leyes instituidas en un país se abre una grieta a la democracia.

En el régimen democrático los sujetos tienen libertad de expresión, prensa, gozan de plenos derechos a la educación, salud y vida productiva. Es el mejor sistema político protege la vida, actúa con justicia y respeto.

¿Qué sucede? El hombre quiere más democracia, se ha vulnerado tanto el sistema democrático al extremo de perder la confianza, especialmente en los líderes políticos. Ahora el miedo no es al COVID-19, ni al cambio climático, ahora es también a la fragilidad de la democracia provocada por la ambición humana.

Se impone tomar medidas para fortalecer la democracia, en nuestras perspectivas  y otros autores coincidimos en tomar acciones en masa, que contrarresten los antivalores de la democracia que surgen por la ambición desmedida de los hombres, un ejemplo es la inmoralidad y el otro es la injusticia. La otra medida es adquirir los valores de la democracia que son contrarios a los antivalores, como la moralidad, respeto, justicia, cuidado del medio ambiente, sensibilidad humana, solidaridad, cooperación…

Finalmente la escuela debe enseñar esos valores democráticos fundamentados en una base moral y espiritual. La sociedad debe aprovechar la organización actual para contribuir al desarrollo económico, social y político de todos. La libertad debe ser un lema de la vida, los líderes tienen la responsabilidad de proporcionar a sus gobernados el disfrute de todos sus derechos.