​El valor de la supervisión y capacitación para el progreso de un país.

|



El concepto de supervisión es un elemento que provoca pavor, en los profesionales, ante las exigencias de mejoras constantes, para brindar mejores servicios. Esto es así debido a que se ha hecho cultural, que una supervisión constituye una fiscalización y dependiendo de los resultados, puede causarle cualquier inconveniente en su trabajo, a la persona supervisada. Más sin embargo si se entendiera la verdadera intención que es de ayuda para ambos actores. Constituyera el acompañamiento la mejor herramienta en el impulso de mejoras, en las instituciones de cualquier país.


Este proceso de supervisión es muy productivo en muchos aspectos, pues contribuye al desarrollo profesional de la personas y a la conformación de las mejores competencias y eficacia del producto. Es así porque si el funcionario se desempeña bien, esto le sirve para la creación de una buena imagen institucional y tendrá mayor demanda de servicios en su institución, posibilitando ascender en el puesto.



Para el supervisor que conoce los procesos que contribuyen a la calidad, crea un espacio para la realización del análisis crítico, reflexivo y creativo sobre la realidad, que ejerce sus acciones dicha institución. Contribuyendo al desarrollo de la institución entera y del país.


Convertir el lugar de trabajo en un espacio de conocimiento, por medio de un ambiente cultural, que sobrepasa las expectativas del beneficiario, aprovechando cada trabajo, consciente de que el usuario es el primer contribuyente, es la mejor herramienta para hacer crecer cualquier espacio de producción de bienes y servicios. Significando que el esfuerzo del funcionario es para el propósito del usuario.


El seguimiento y supervisión son muy importantes si un Estado quiere sostener los proyectos en el tiempo, solo así se puede hacer avanzar el proceso de institucionalidad, si se quieren medir los resultados, la transparencia. Los procesos de supervisión deben ser parte de una estrategia gerencial en procura de la realización de procesos transparentes.


A veces los empleados en las instituciones, solo realizan su labor con dedicación, esmero, solo cuando tienen un seguimiento. En función de esto las instituciones públicas exigen poco y por eso se rinde de la misma manera. El único compromiso de los partidos debe ser darle una oportunidad de trabajo al simpatizante, el resto le corresponde a él. Si no tiene competencias para el puesto no debe permanecer.


De aquí en adelante las instituciones deben tener unos supervisores internos, que dé seguimiento y acompañamiento a los procesos, como en el sistema educativo por ejemplo hay una gran cantidad de supervisores y coordinadores, pero tal vez hace falta que ponga el punto final. Las instituciones financieras tienen sus auditores internos por eso son eficaces, en cambio hay otros sectores que necesitan personal más riguroso que controle y evalué.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Para recibir nuestras noticias o hacer denuncias, escribanos al correo diarioelmatero@gmail.com o al Whatsapp 829 232 5283