EL MATERO, (BBC).-El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves un paquete de sanciones contra ocho magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela.
Las autoridades estadounidenses consideran que estas personas son responsables de haber usurpado las funciones de la Asamblea Nacional (AN) de ese país y de haber permitido al gobierno del presidente Nicolás Maduro gobernar a través de un decreto de emergencia, restringiendo los derechos y violando la libre voluntad de los venezolanos.
La Asamblea Nacional, el poder legislativo, está controlada por la mayoría de la oposición desde las elecciones legislativas de diciembre de 2015.
Las medidas, aplicadas a través del Departamento del Tesoro estadounidense, afectan al presidente del TSJ, Maikel Moreno, y a los siete miembros de la Sala Constitucional.
Estos son los nombres de los afectados.
La decisión de las autoridades estadounidenses implica la congelación de todos los bienes que estas personas puedan tener en ese país y la prohibición para ciudadanos e instituciones estadounidenses de realizar cualquier tipo de transacción con ellos.
Estados Unidos ya había impuesto sanciones a altos cargos del gobierno de Venezuela, sobre todo por cargos de narcotráfico.
Poco antes del anuncio de las sanciones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la situación en Venezuela es "una desgracia para la humanidad".
"No hemos visto un problema como este en décadas, en términos del tipo de violencia que estamos viendo", afirmó Trump durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, en la Casa Blanca.
"La gente no tiene suficiente para comer. Hay mucha violencia. Haremos lo que sea necesario y trabajaremos con otros para hacer lo que se necesario para ayudar a arreglar esto", dijo Trump, quien señaló que Venezuela ha sido un país "increíblemente mal gobernado durante mucho tiempo".
¿De qué acusan a los magistrados?
El Parlamento venezolano está controlado por una mayoría de diputados opositores al gobierno del presidente Maduro, pero desde el 1 de agosto del año pasado fue declarado en desacato (desobediencia) por la Sala Constitucional.
Entonces, la sala ya adelantó que serían consideradas nulas todas sus decisiones por sesionar con tres diputados del estado Amazonas cuya elección en diciembre de 2015 está bajo suspensión cautelar por presuntas irregularidades.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. señaló este jueves que la Sala Constitucional del TSJ emitió una serie de decisiones que interfieren o limitan la autoridad de la AN.
Las autoridades estadounidenses se refirieron, por ejemplo, a una decisión de los magistrados en enero de este año que permitió a Maduro dirigir su discurso anual ante el TSJ en lugar de a la AN, como establece la Constitución.
También destacaron que en diciembre de 2016, el TSJ designó a los miembros del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, otra facultad que la Carta Magna venezolana atribuye al Parlamento.
Y hace mención también a las dos últimas sentencias, a finales de marzo, por las que el máximo tribunal se atribuía poderes de la Asamblea.
Las decisiones, aunque parcialmente rectificadas, fueron el punto de partida para una ola de protestas contra el gobierno que aún continúa y que se ha cobrado la vida de más de 40 personas.
La oposición consideró que las sentencias constituían el punto final de lo que catalogaron como un golpe de Estado continuado.
Esa postura del alto tribunal fue criticada por la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, quien denunció que las sentencias del TSJ violaban el orden constitucional.
Desde entonces, los opositores al gobierno de Maduro han realizado numerosas y masivas manifestaciones callejeras para exigir la destitución de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, la liberación de varios líderes políticos, la apertura de un canal humanitario para el ingreso al país de alimentos y medicinas que ayuden a aliviar la severa crisis económica que vive ese país, así como la convocatoria a elecciones generales.
El gobierno del presidente Maduro, que acusa a la oposición de alentar una intervención internacional en el país, ha respondido a las protestas con un enorme despliegue de fuerzas de seguridad que han contenido y dispersado a los manifestantes con chorros de agua y el disparo de perdigones y gases lacrimógenos.
No es la primera vez que EE.UU.impone sanciones a funcionarios venezolanos a través del Departamento del Tesoro.
En el pasado ha habido funcionarios y exfuncionarios que, bajo acusaciones de narcotráfico o corrupción, han sido sometidos a medidas que implican la congelación de sus activos en Estados Unidos y la prohibición de realizar transferencias financieras a través de ese país.
En febrero el gobierno estadounidense colocó al vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Tareck El Aissami, en su lista de personas relacionadas con el tráfico de drogas.
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