​Las mujeres en su lucha por igualdad, salvan al mundo, según la FAO.

El Matero, Las Matas de Farfán.-La historia de supervivencia de las mujeres en el mundo es espeluznante. La tenencia de la tierra en manos de mujeres en todo el mundo siempre ha tenido sus límites, un objeto negado para oportunidades de la mujer.

Una mujer viuda indígena no le permitía heredar la parcela de su marido, por ser mujer. Su hija al quedar desprotegida de todo amparo se quejó ante la FAO.

La idea de esta joven era lograr la igualdad de género para la seguridad alimentaria, la nutrición y la agricultura sostenible. En función de esto la injusticia sufrida por la madre de Jessica Vega Ortega fue la fortaleza para la lucha, por lograr la libertad y la igualdad entre mujeres y hombres.

Esta joven tuvo la oportunidad de representar estos asentamientos indígenas en varios eventos internacionales, cuyo testimonio sensibilizó los corazones en casi todo el mundo, especialmente en la conferencia de Roma. Haciendo liderazgo y representando su raza.

Esto fue una demostración de que las guerreras del mundo surgen en los campos y constituyen claves para realizar las transformaciones en su medio, disminuir la pobreza. Son salvaguardia de la alimentación por los siglos de los siglos.

La vida en el campo en América Latina sigue siendo muy dura y difícil, por lo que la lucha de las mujeres tiene muchas posibilidades de continuar hasta lograr una seguridad integral, no solo la alimentaria, sino la educativa, salud y una dignidad humana.

Según la FAO. Las mujeres y las niñas de las zonas rurales son agentes clave de cambio para liberar al mundo del hambre y la pobreza extrema. El amor de madre es una fuerza que simienta grandes ideales, lo que una mujer ha de hacer para asegurar la sobrevivencia de un hijo. Esta lucha individual conlleva metas sociales generales, pues una razón de sufrimiento de una persona, se constituye en el sufrimiento de todo un conglomerado porque los problemas son los mismos.

En la zona rural las mujeres han tenido menos oportunidades de igualdad al hombre, no hay facilidad de acceso al crédito y la extensión, Según la FAO. En las grandes ciudades se ha abierto un mayor espacio de participación a nivel laboral, pero sigue siendo discriminada nivel gerencial y a nivel salarial.

La FAO y otras agencias de Naciones Unidas lanzan la alarma: la brecha de género en la agricultura impone altos costos a la producción agrícola global, la seguridad alimentaria de los hogares y el bienestar general. La lucha de esa joven indígena provoca conclusiones que de tomarlas en cuenta salvan el mundo.

En el otro lado del mundo.

En África y América Latina, menos del 10% de las tierras son propiedad de mujeres, según los datos de la FAO. Con esta poquita porción aseguran la alimentación, las mismas cargan con el peso de los cambios de la naturaleza, cargando agua a pies a grandes distancias.

Con regocijo Da Silva en Brasil, habla de la alegría de las mujeres cuando se lleva agua hasta sus hogares. El tiempo utilizado para la búsqueda de agua, fue aprovechado para la realización de otras actividades productiva y de servicio a su comunidad.

En Nepal al otro lado del planeta, Chandra Kala Thapa, de 30 años, cultivaba maíz en un pañuelo de tierra en Ranichauri, un poblado al sureste del país. Ella consigue apoyo en sus iniciativas logrando alimento y educación para sus hijos. Esta modela las capacidades de las mujeres para producir alimentos a gran escala en los países pobres.

En Nigeria, también a Haowa Bello, esta joven mujerconvirtió una pequeña estancia de ovejas en una industria de producción de carteras de buena calidad, Madame Coquete es una marca vendida en todo el mundo.

En reconocimiento a las capacidades y disposiciones de las mujeres del campo en América Latina, hay un esfuerzo conjunto de la FAO, del FIDA, del PMA y de ONU Mujeres, la Agencia de las Naciones Unidas especializada en género. Tienen tiempo trabajando en apoyo al desarrollo de las mujeres.