Un pueblo desconsolado y desprotegido.

En otro lugar del país un centro de salud como el hospital Dr. Armando Aybar de Las Matas de Farfán, la comunidad había hecho cerco de goma y fuego al rededor él, pero no existe en el municipio una organización que se ponga los pantalones y se dé a respetar.

Una vez siendo directora de Distrito de educación los mejores amigos se levantaron en huelga en la escuela de la Jagua, con los mismos alimentos del Centro educativo alimentaron a los desaprensivos.

En lugar de sentir que esa lucha era directamente a mí sentí la necesidad de apoyar también, aunque no podía hacerlo, fingía no estar de acuerdo con el método y crucé mucho fuego. En el fondo admiraba mi gente por ser atrevidas y luchadora por lo que le correspondía. Esas luchas terminaron logrando el objetivo.

La mayoría de los incumbentes de las instituciones públicas, le conviene que la comunidad se movilice en torno a los problemas que le afectan, ellos son los más indicados y los dueños de las principales metas que en sus ejecuciones como máximo representantes le corresponden, no le iría mal un empujoncito de la comunidad.

El Dr. Héctor Guerrero director Regional de la Región 6 de salud, va a provocar que toda la comunidad de Las Matas de Farfán se movilice en torno a la terminación de la infraestructura física del hospital de las Matas de Farfán. La apertura del centro de diagnóstico y de atención primaria del barrio Brisas del Norte y equipamiento del hospital municipal.

Memoria contra olvido, son una caterva de años que tiene el centro de salud en estas condiciones, en una situación sosegada presente en todos los gobiernos, de los últimos diecisiete años. Estos gobiernos no han visto este municipio como se lo merece por la pasividad de sus gentes.

En verdad la salud pública en el país es un desastre y se ha deteriorado más en estos últimos años, la incapacidad es notable en todos los centros públicos, especialmente la falta de personal en todos los órdenes, desde personal de apoyo, médicos y enfermeras y los pagos que reciben estos servidores son despreciables, obligando a médicos y enfermeras a buscar otras alternativas, que hasta han tenido que irse a dar clases en las escuelas para poder sobrevivir.

Es importante que las organizaciones sociales y gremiales que hacen vida en el municipio realicen el papel que le corresponde y que sepa el Dr. Guerrero y la Dra. Altagracia Marcelino, Ministra de Salud, que este pueblo no se dejará burlar de ellos.