​El mundo es un lugar inseguro.

Vivimos en un mundo cargado de nerviosismo, inseguridades e incapacidad, los hechos que ocurren a diario dejan impactada a toda la sociedad. La delincuencia se lleva en sus garras, una que otra persona trabajadora del pueblo, la violencia intrafamiliar le agrega nuevos aspectos desfavorables a la vida en la nación, los hechos oscuros que involucran los poderes fáticos, el crimen organizado, los grandes carteles de narcotráfico, los ataques terroristas, los accidentes de tránsito, las agresiones de psicópatas, abatimientos por los fenómenos naturales ( ciclones y terremotos), ahora se le agregan las mafias cibernéticas originadas en los últimos tiempos, convirtiendo el mundo en un lugar incierto para la existencia.

Es inconcebible como se ha definido el crimen, los pueblos le temen a la delincuencia, en los diferentes lugares que son los entornos de los delincuentes, los residentes ahí saben cuales son y a las actividades que se dedican, pero no se atreven a denunciarles por temor a que estos desaten su furia contra ellos, son familia o del vecino, también podrán sumar más inseguridad a sus temores. Todo esto frente al trabajo de un Estado que la única solución es desaparecer a estos hijos de Dios, que son producto de un sistema que no ha dado el traste con el desarrollo humano.

En otro orden se está el problema de las pasiones, las relaciones de mujeres jóvenes con otra de otro géneros mucho más adultas, generando una indetenible ola de violencia y muertes que dejan en vilo una vez más la familia, haciendo crecer nucleos de personas que crecen fuera de hogar, con la terrible peso de un problema psíquico de haber perdido sus padres en tan temible y horrible condición que niega lo humano, integrando nuevas personas a un sistema traumático social, que posiblemente integra nuevos elementos al mundo despiado del crimen, un mundo sin alma ni corazón.

Con respeto al mundo bajo o sectores oscuros de la sociedad, que se extrapolan los más exagerados intereses que colman la ambición humana. Allí caminan personas imaginables, que nos evidencian la desconfianza en aquellos que se desconoce, el mundo en que desenvuelven sus actividades, económicas y sociales. Desde allí se planean lo más horrendos crímenes, por diferentes motivos. Esto es viejo viene desde la vida del hombre, vista en dos planos, el del bien y el mal. ,

Esto ha llegado al extremo que a veces uno cree que el mundo para estar en equilibrio tiene que tener ambos aspectos presentes, (el bien y el mal). Más sin embargo parece que con poco amor se equilibra la balanza, que el mal se acrecienta pero el poquito bien es la esperanza de la humanidad. Esta fuerza divina debe ser parte de todos los hombres de buena voluntad, el hacer crecer el amor en la tierra para asegurar la vida de los descendientes, porque de seguir así, la furia de la naturaleza nos destruirá a todos y más con tanta destrucción de la misma provocando las más cruels sequias y el calentamiento global, entre otros males.