​Los problemas de las relaciones sociales y familiares.

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Los balbuceos, los primeros pasos, la alfabetización, la creación de la personalidad, los valores humanos, religiosos, éticos y morales, la cultura de paz, seres humanos auténticos, hombres de trabajo, comprometidos con la verdad, el amor, la justicia social, hombres de bien para formar hogar. El núcleo por el que gira toda la sociedad. La familia.


El conglomerado social, algunas instituciones están haciendo esfuerzo en común para bloquear la violencia en la familia, pero la iglesia mantiene viva la lucha de esta primera sociedad, la labor social que ejerce la iglesia sobre la sociedad es muy importante. Hay muchas iglesias, que si se unen para disminuir los males sociales, probablemente tuviéramos avanzados hacia la calidad de vida y la construcción de una sociedad sana y más segura. Toda la comunidad preocupada por los caminos que ha ido tomando la familia, como primera sociedad, siente el deseo de integrarse a la lucha.


Vivir en sociedad parece difícil pero el hombre sin la ella niega su propia existencia, no se puede vivir solo, el conocimiento, la intelectualidad, la calidad de vida, solo son posibles por las interacciones sociales, dentro de la sociedad.


Últimamente se ha perdido la confianza, el respeto por la vida humana, el amor y aprecio por los buenos valores sociales, pero hay un reto y un desafío que enfrentar, constantemente se preocupa por el individualismo, más las cosas buenas son difíciles si la canalizamos solos. La cultura ocupacional, el trabajo compartido, el aprender de las relaciones sociales y volver al ser humano es tarea pendiente.


No es imaginable la vida sin relaciones sociales, se ha perdido la confianza en la gente, son muchos los motivos que obligan a los seres humanos a desconfiar del otro ser humano, por los tipos de relaciones que ocurren en la sociedad: relaciones de iguales o de un nivel de jerarquía o por afiliación política o religiosa.


Lo mismo se da en las relaciones políticas que en las religiosas, las luchas de poder que ocurren alejan a sus afiliados, todos llenos de odio, rencor, envidia y hasta a Dios se acusa por la forma como reparte los dones. La naturaleza misma concede a cada quien un talento y nadie se conforma con lo que le ha tocado. La propia naturaleza humana ha de transformarse por medio de la modificación de los patrones culturales, para que no se arriesguen las relaciones sociales y familiares.


Hay que volver al ser humano, a la armonía, al trato respetuoso y sincero, donde los primos son hermanos y los vecinos tíos. Fortalecer la familia como núcleo es una tarea de toda nuestra sociedad.

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