Jorge Rivera, Los primeros niveles de enseñanza necesitan docentes con experiencia.

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El Matero, SANTO DOMINGO. “Deberíamos poner doctores a enseñar a leer”, sentenció Jorge Rivera, un doctor en Ciencias de la Educación que coordina el proceso de actualización de la Política Educativa Centroamericana en los principios y metas de la Agenda E2030, entrevistado por la periodista Mariela Mejía.


El especialista en formación y capacitación docente se refería a personas con calificaciones profesionales educativas del más alto nivel.


“Se considera que cuanto más elementales son los niveles educativos -dígase preescolar, enseñar a leer y a escribir, primeros grados- son los maestros más novatos los que están iniciándose; deberíamos poner doctores a enseñar a leer”, afirmó este boliviano.


Rivera enfatizó que es en los primeros años de la educación cuando se decide el futuro. “Si tú no aprendes a leer y a pensar matemáticamente en cinco, seis, siete años de edad, después vas a fracasar en la escuela”, aseguró.

“No puedes darle el inicio de las destrezas básicas del aprendizaje al docente que está todavía saliendo del cascarón y está empezando a hacer sus primeras armas, que se va a equivocar y no va a acertar”, agregó.


Rivera vino a la República Dominicana como orador invitado del 8vo. Congreso Internacional del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice) que se celebró la semana pasada en la capital dominicana.

Durante una entrevista con Diario Libre comentó que lo que se estila en la región es que cuanto más tiempo tenga el maestro en la carrera docente va escalando niveles más altos. “Todo el mundo quiere ser profesor de sexto grado, después profesor de secundaria”, dijo.


La barrera: el salario


En su propuesta de maestros doctores, Rivera reconoce que hay un detalle: la retribución salarial.


Para obtener el grado de doctor se debe haber alcanzado títulos previos que abarcan estudios de grado y postgrado, así como realizar investigaciones o tesis a profundidad, es decir, una preparación de años.


Aunque a Rivera no le gusta poner la calidad de la educación de Finlandia como modelo en Latinoamérica, debido a que es otro tipo de sociedad, no deja de mencionar el prestigio que tiene la profesión docente en ese país. “En la escala social tu nivel de reconocimiento es altísimo; en la región, en América Latina, si le preguntas a alguien: ‘¿Cómo te fue con tus hijos?’, diría: ‘Maestro, no más’”

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Entiende que corresponde a los gobiernos y administraciones escolares importantizar la figura del docente respecto a su salario, ya que este es uno de los factores a tomar en cuenta para la calidad de la educación. “Que sea por lo menos de los más altos, atractivos, suficiente para el docente, y que dé ganas de ser docente”, dijo.


El salario base de los maestros del sector público dominicano oscila entre RD$17,000 y sobre los RD$40,000. El ministro de Educación Andrés Navarro ha informado que a partir de enero estos recibirán un nuevo aumento salarial de entre 17 % y 32 % sobre el salario base.


El incremento corresponde al incentivo por los resultados del Programa de Evaluación por Desempeño que se aplicó a unos 80,000 educadores.


El perfil del docente del siglo XXI


Rivera sostiene la necesidad de que quienes enseñen los primeros niveles del sistema educativo sean los profesionales más preparados porque “el 40 por ciento de las habilidades mentales de un adulto se definen en los tres primeros años de vida” y “los países que están buscando tener mayores niveles de desarrollo están invirtiendo mucho más en la primera infancia”.


El especialista, quien también es asesor técnico de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC) del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), enumeró cinco características destacables en el perfil ideal de un profesor que tenga las llamadas “competencias del siglo XXI”.


1.- Capacidad de trabajar en equipo. El docente debe ser capaz no solo de ser el “dueño” del aula, sino de ser parte de una escuela inclusiva que supere las barreras que tengan algunos estudiantes.


2.- Capacidad de problematizar. Además de poder plantear problemas, el profesor debe poder encontrar alternativas de soluciones. “Hoy en día la gran industria que quiere tener un trabajador calificado ya no le exige que sea hábil en manejar una máquina como hasta hace poco, le exige que sea capaz de plantearse y de resolver problemas”, comentó. Indicó que esto está absolutamente reñido con el perfil tradicional del docente que se sienta con un libro a dictar.


3.- Competencias comunicacionales. En la formación docente el modelo prevaleciente ha sido la comunicación vertical. “La comunicación horizontal, la comunicación asertiva, aquella que es capaz de generar diálogo, tiene que ser parte del perfil importante que un docente en este momento tenga que aprender a manejar”, dijo. A su juicio, ese tipo de comunicación es la que produce aprendizaje.


4.- Capacidad de aprender permanentemente. El docente debe reconocer que un profesor no lo sabe todo y tiene que mantener un interés constante en adquirir nuevos conocimientos.


5.- Reconocimiento y aceptación de la diversidad. “Si yo no soy capaz de ser sensible al hecho de tener un mundo diverso, de tener alumnos diversos, y de que es mi tarea entender y aceptar esa diversidad, no puedo ser un docente”, afirmó. Entre esos factores de diversidad citó el género, la etnia, la cultura y las capacidades diferentes de aprendizaje. Comentó que hay evidencias de que cuando un profesor no cree que su alumno puede aprender ya lo perdió.

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