Jesús en su paso por la tierra enseñaba en parábolas, es decir, por medio de anécdotas lógicas. Lo importante es que siempre explicaba la moraleja, aunque, no eran fábulas. Puedo afirmar que una de las más famosa parábolas de Jesús es la del Hijo pródigo. En función de esto se hará este comentario, espero no confundirles y contribuir mejorar la vida humana; por medio de las palabras redentoras de Jesús.
El hijo pródigo trata la historia de un joven, su padre un señor muy poderoso, que compartía con otro hermano mayor. Un día el menor le dijo a su padre, -Dame lo que me pertenece de la herencia, quiero irme a disfrutar de mi vida de forma independiente. El padre le dijo -no hay problemas y le entregó toda su fortuna. El joven muchacho se fue a otra ciudad, donde invirtió su dinero en mujeres, juegos y otras malas inversiones, que lo dejaron en la ruina. La ciudad entró en crisis, momentos difíciles y este no encontró la forma de insertarse y continuar su vida. Situación que le obligaba a regresar con su padre.
Cuando regresa a casa su padre hizo fiesta, brindó la mejor carne y vino, cosa que disgustó mucho al hermano mayor.
En esta parábola Jesús expresa hasta donde es capaz Dios de perdonar, afianza el amor paternal, ¿Qué no haría un padre por salvar a su hijo? las abejas se descarrían, cuando se arrepienten lo recibe con más amor todavía. No importa lo grande que sea el error, puede volver a tu Dios, al padre, él te perdona.
Eso es otra muestra de que Dios siempre guarda un lugar en su casa para todos sus hijos aun cuando estos se equivoquen. Siempre será mejor buscar el camino de la pureza del amor, la justicia, el respeto, conocer a Dios, intimar hasta alcanzar la santidad.
No te arriesgue a ser un hijo pródigo, sed un transformador y promotor de las promesas del señor. Tampoco ser un ignorante como el hermano que no comprendió el propósito del padre, ni el amor paterno, dando riendas a su ambición.
Desde mi humilde opinión puedo decir que lo mejor es no ofender la naturaleza, o sea, a Dios ni con el pensamiento, palabra, obra y omisión, hay perdón después de que la realidad nos da en la frente, es decir, todo se paga, el rey David cometió muchos pecados contra Dios, fue perdonado después de haber pasado por momentos difíciles de dolor. El hijo pródigo también tuvo problema con su existencia, para sobrevivir tuvo que regresar a casa.
Si Dios perdona, como nosotros no somos capaces de personar al hermano y no perdemos la oportunidad de envidiar, calumniar, hurtar, en perjuicio de los demás.
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