Medios y fines, no denotan claridad en este gobierno

|

ONOFRE RE




Por Onofre Salvador}


Se le atribuye al florentino Nicolás Maquiavelo, aquello de que el fin justifica los medios. Dicho postulado, al parecer, es extraído de manera muy simplista de su gran obra El príncipe, publicada en 1532.


De ahí se han derivado muchas prácticas políticas, a lo mejor, ignorando por conveniencia o desconocimiento, el verdero significado de todo lo expuesto en ese y otros textos por el destacado personaje renacentista. Evidentemente, hay un desenfoque en cuanto a la realidad que se vivía en aquellos días, con cuestiones intrascendentes de los tiempos actuales, lo que divide el contexto con solo echar una mirada al transcurrir histórico.


Falso o cierto, y tomando el asunto para fines de lo que nos proponemos analizar aquí con sentido crítico, sin apartar la objetividad, hay que hacer inferencia en el descomunal monto en préstamos, tomados por la presente administración gubernamental. Si aplicaramos, sin que sea de nuestro agrado, lo de que el fin justifica los medios, nos encontraríamos de inmediato con la no justificación de la forma, menos aun el nada claro resultado final de los montos solicitados y aprobados.


Desde los primeros días del presente gobierno, ha sido incesante la aprobación de préstamos en dólares, sin que se note fundamentalmente lo que llamaríamos necesidades urgentes, salvo casos atendibles. Y es que la prontitud de las aprobaciones, sin excepción alguna, no han permitido ni permiten discusiones serias donde se de chance a los argumentos de peso, no solo de los congresistas en ejercicio, sino también al necesario equilibrio que establecen las opiniones de muchas voces autorizadas en la materia fuera de ese ámbito.


Nuestro congreso, poder del Estado que está demostrando en los hechos un flojo papel de contrapeso, se ha dado a la tarea, con la oposición férrea de muchos opositores, de poner al fuego las solicitudes de montones de préstamos, sirviéndo cada una de ellas, evidentemente cruda, lo que a la corta, media o larga, producirá una terrible indigestión en el pueblo dominicano, mismo que no le quedará de otra que pagar los platos que rompen otros.


Al mirar en detalles, la situación del país, es fácil colegir, que los casi o más de cuarenta mil millones de dólares, aprobados en lo que va de gestión gubernamental, no han tenido una aplicacion que evidencie beneficios para la población. Hablar de ese monto, es entender que es bastante dinero, el que sumado a las recaudaciones internas y de otra naturaleza, debían reflejarse en mejoría de los cada vez más deprimentes servicios públicos, costo de la vida; en fin de todo aquello que beneficie a la generalidad.


El tema de las obras físicas y otras vitales para el desarrollo de nuestra nación, es cuestionable. Comparar promesas con realizaciones, sería adentrarse en el terreno de la burla. La inversión de capital, anda muy enana, si la colocamos en una balanza con gasto corriente y otros de menos valor.


Otro aspecto muy notorio en este gobierno, es el relacionado con las pírricas ayudas sociales, especializadas para este tiempo de campaña; las pensiones otorgadas, muchas de las cuales no tienen justificación válida, no hay méritos para ellas, o simplemente se las dan a quienes la merecen menos.


Hay que establecer con firmeza que, hasta prueba en contrario, el festival de préstamos adquiridos a la carrera y cuantas veces se desea, no tienen en su mayoría, ni justificación como medio, mucho menos en los fines. La única verdad es que están elevando la deuda a niveles alarmantes.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Para recibir nuestras noticias o hacer denuncias, escribanos al correo diarioelmatero@gmail.com o al Whatsapp 829 232 5283