Los espejos no se venden nuevos!

Por Doris Romero C.

Cierto día ⁰ppen medio de una amena conversación con uno de los seres humanos más agradables que he conocido y tratado en mi vida: Don José Altagracia Romero Romero (Tagaso), mi padre. Me hizo la siguiente pregunta: “ Por qué crees los espejos no se venden nuevos?

En ese momento mi inocencia, no atinó a entender cuál era la respuesta a esa pregunta que parecía simple pero que encerraba una gran realidad.

Respondí diciendo a mi padre que si yo era la primera en usarlo el espejo lo compré nuevo; él me respondió no ningún espejo se vende nuevo, hasta el que lo fabrica se mira en ellos.

Y entonces procedió a explicarme el porqué de la expresión.

Esto quiere decir que en la medida de los posibles aprendas de los errores ajenos, no esperemos equivocarnos para entender que se puede evitar el error propio si podemos evitar caer en los errores ya cometidos por otros.

La vida es la mejor escuela de aprendizaje humano, es cuestión de saber combinar las decisiones, acciones, experiencias y la sabiduría.

La capacidad de poder vernos en el espejo ajeno, nos ayudará en gran medida a prevenir el error propio. El grado de madurez y autocrítica que poseamos será un factor determinante para anteponernos a las situaciones erráticas.

No es casual que mi padre además del decirme que los espejos no se venden nuevo, también me decía con frecuentemente, “no hay mejor consejo que el que se da la propia cabeza”, si el ser humano no es capaz de discernir entre lo que es provechoso o no, por más que queramos que lo entiendan y lo apliquen en sus vidas no lo harán, el grado de auto consciencia es el único que mueve a la acción propia.

Finalmente es importante señal la importancia que tiene en nuestro crecimiento espiritual, la disposición y apertura al cambio de actitud, cuando las circunstancias lo ameritan.