​Lo construido con nuestra independencia, la identidad.

No hay nada más grande como la libertad, como fue dicha por nuestro padre Juan Pablo Duarte nuestra patria ha de ser libre, “de toda potencia extranjera”, el patriota fue el mejor modelo de expresión de amor patrio, con las hazañas de nuestro padre de la patria, su ideal de servir, somos un país con una cultura, un patrimonio y unos lienzos que nos identifican.

Como no sentir escalos fríos al escuchar sus nombres y me pregunto, ¿Cuántos hemos honrado esas proeza con actitudes de servir al pueblo sin esperar recompensas. Hoy en día la patria necesita de sus mejores hombres para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más complejo y devolver las esperanzas de que podemos disfrutar de las riquezas que la naturaleza nos regaló.

En una conferencia sobre el idioma Español que tuve la oportunidad de compartir me he apropiado de la palabra la lengua es nuestro mayor tesoro, pero, sin libertad de que me vale, nuestras riquezas son las suma de una serie de elementos puntuales, que no alcanzamos a ver. Se puede concluir que los libertadores de la patria nos han dado la substancia de la vida, son constructores de nuestra existencia, por ellos tenemos un ceremonial, un escudo, una bandera y una patria a quien servir.

Su empeño era edificar la soberanía nacional, con la organización política constitucional a la altura de las sociedades más avanzadas, pero esos sectores retrógrados, que se conformaron con las migajas del invasor, no alcanzaban a ver más allá de sus expectativas de una vida cómoda y sobretodo resistencia al cambio, mantener vigente clases decadentes, como fue el caso de Santana, como representante de los Hateros, según Juan Bosch en clases sociales. Tal vez eso retrasó y provocó que los ideales de los padres de la patria realizaran tal como fueron concebidos.

Ese retraso provocó que hoy no seamos un país desarrollado y seguimos caminado en la ruta sin tener resultados, porque esos mismos sectores que se sirven del pueblo son un impedimento, debido a que el dinero que debe emplearse en brindar servicios de calidad se quedan en pocas manos, mientras la juventud, sin expectativas de vida, falta de oportunidades se funde en las drogas y la delincuencia, sin medir las constante ofensa y destrucción de la naturaleza. Estamos construyendo el camino de la destrucción pisoteando el nombre de los que lo dieron todo por la patria.