La iglesia se enfoca en la sensibilidad humana.

Los discípulos de Jesús no tenían un nivel de educación la mayoría no sabía leer el traje les quedaba grande, no tenían capacidad para discernir sobre sus propias vivencias, comían, bebían y enseñaban sin embargo no entendían casi nada.

A veces cuando estamos frente a una clase, discurso, conferencia sino tenemos conocimientos previos de eso es difícil poder hacer una pregunta o un comentario que nos ayude a llegar al fondo. Hay momento que el temor a que nos juzguen de tonto nos impide abrirnos a indagar. Tal vez los seguidores de Jesús pasaron por una situación similar, eso hizo que Jesús no fuera pleno en ellos.

Jesús tampoco permitía ser contrariado con respeto a su misión él estaba muy claro que tenía que reinar por siempre. Los apóstoles no comprendían y proponían otras formas.

Es difícil aceptar que un hombre que sanó, resucitó y enseñó a vivir en justicia y libertad sería masacrado por los representantes del odio, injusticia y ambición. Esta situación solo la podemos comprender viviendo en intimidad con Jesús. El tenía que entregarse por la humanidad. Por eso la misión de Jesús trascendía la religión. Era claro lo que el sabio le decía a Job: “¿Recuerdas que algún inocente haya perecido? ¿Dónde se ha visto un justo exterminado?” (Job 4,7). O lo que proclamaba el Salmista: “Fui joven, ya soy viejo: Nunca he visto un justo abandonado” (Sal 37,25).

Dios es un ejemplo de justicia y da al César lo que es de César si a sus discípulos les arropa la ambición caerán en los mismos errores existentes por eso el enfado al llegar a Cafarnaúm.

La pasión y muerte de Jesús no podía ser comprendida no es justo que un santo sufra las consecuencias del odio y la ambición. En cambio todo esto es parte de un ejemplo de vida incomprendido.

En función de eso cómo los apóstoles vienen de un sistema que mantiene en el olvido y la marginación a esa inmensa mayoría olvidada y sometida tienen sus planes que necesariamente no incluyen a esas personas, eso contraria y evidencia la ignorancia de los acompañantes de Jesús, no comprenden que la presencia de Jesús entre ellos es símbolo de un cambio, esa transformación es incluyente, clama por justicia.

Ese cambio impulsado por Jesús es que hace que sus verdugos actúen con tanta perversidad. Su maestría está enfocada en que la vida del cristiano ha de ser apegada a la justicia, el amor, no es dominar a los demás y ocupar posiciones, es comprender que en el mundo hay espacio para todos.

El padre Melanio hoy en la homilía de la iglesia hizo incapié en esos deseos de ocupar puestos en la iglesia; condena aquellos que creen que si no son ellos que hacen las cosas mejor prefieren que no se haga y hacen de todo para cerrar las puertas a otras personas.

Jesús quería que sus seguidores comprendieran que la iglesia no está para obtener puestos y prestigio, contrario a eso hay que desapegarse de las posiciones de poder y humillarse. Desde Jesús hasta hoy la iglesia está copada de personas llena de ambición cargadas de todo tipo de propósitos. Les aseguro que Jesús no quiere este tipo de personas.