Tiempos tenebrosos en contextos académicos: ¿Por qué leer al filósofo dominicano Andrés Merejo?

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Andrés Merejo.



Por GERARDO ROA OGANDO


El prestigioso filósofo surcoreano, Byung-Chun Han, explica con detalles el modo en que la sensación de libertad que sienten los usuarios de las redes sociales de internet constituye un estado de vulnerabilidad, con el cual el sistema capitalista los convierte en esclavos. Asimismo, cada usuario pasa a ser esclavo de su propia mente. Cuando se trata de los usuarios que una vez describió Umberto Eco (“Legiones de idiotas”. Infobae. Febrero, 2016) su esclavitud se produce sin casi ningún nivel de razonamiento.


Lo cierto es que los algoritmos captan los perfiles psicológicos cada vez que se cliquea sobre algún enlace o ícono, etcétera. De este modo, los robots de búsqueda bombardean con propagandas que entienden constituyen interés de los usuarios, incluyendo gustos de modas, comidas, preferencias sexuales, padecimientos de salud, estado civil, dirección, actividades, ubicaciones y desplazamientos periódicos, etcétera (Han, 2022. Infocracia: la digitalización y la crisis de la democracia…).


Esta acertada teorización del filósofo supracitado es refrendada por el filósofo dominicano Andrés Merejo (2023), sobre todo, cuando muestra consciencia en su discurso de la agudeza de miras que tuvo Michael Foucault al replantear el concepto de panóptico, órgano de vigilancia, de control y de poder, etcétera. Al hacerlo trasciende el mero uso del ciberespacio con fines técnicos y cotidianos.


Empero más allá de limitarse al uso de las redes, el Dr. Andrés Merejo ha conceptualizado sobre el sujeto cibernético, los ciberdelitos, los hackers, los ciberdelincuentes y los cibercontextos, etcétera. Merejo contextualiza todos estos elementos en el plato de la historia del cibermundo, que va más allá del uso de dispositivos móviles y de modelos de lenguajes pertenecientes a inteligencia artificial débil (IAD). Nuestro autor ha producido un sistema discursivo en torno al cibermundo de internet, que lo coloca como antecedente ineludible para comprender la realidad actual que vive el mundo con el auge indetenible de los modelos de lenguajes correspondientes a la llamada inteligencia artificial débil.


Entre otros aspectos, el Dr. Andrés Merejo establece clara distinción entre las guerras que tuvieron lugar desde 1914 hasta la actual invasión de Rusia a Ucrania. Es en esta última donde los conceptos cibermundo y ciberguerra adquieren sentido en su libro, puesto que se trata de escenarios en los que se acciona cibernéticamente para atacar corporaciones estatales, tales como bancos, universidades, gobiernos, etcétera. Tales ataques se gestan desde un lugar físico por un hacker que puede afectar a todo un sistema ciberespacial que repercute catastróficamente en la vida real.


Son diversas las películas y las obras literarias que recrean, por ejemplo, cómo operan los hackers, en el ciberespacio de Internet. Probablemente, a un lector amante del cine le resuenen los títulos: Matrix, Ex Machina, Yo, Robot, etc. Valga decir, que la primera vez que aparece el concepto de ciberespacio fue en la novela Neuromancer del escritor canadiense-estadounidense, Willian Gibson en el año 1984, como también refiere el profesor Edwin Santana, et al (2022).


Según Merejo, la guerra de Rusia contra Ucrania se libra entre lo virtual y lo real, a diferencia de las guerras anteriores. Por un lado, la tecnología bélica de última generación proporcionada por Occidente a Ucrania, “país con muy poca posibilidades de subsistir por su propia cuenta a las brutales embestidas rusas, ha permitido que el pueblo ucraniano siga resistiendo y posiblemente venza ante el poderío económico y el apoyo cibermilitar que recibe desde la Unión Europea y de la OTAN”.


Por otro lado, le preocupa al autor la posibilidad de que estalle una tercera guerra mundial, pues ello representaría el fin de toda la humanidad. Su preocupación es razonable, ya que si para “el año 1989 EEUU admitió tener armas nucleares para destruir el planeta más de doce veces”, en la actualidad también la superpotencia de Oriente, y otras potencias, han desarrollado sus armas nucleares, con posibilidades de exterminio total tanto en lo virtual como en lo real (Vivir para siempre, 1989, jw.org).


En este contexto de crisis humanitaria, Merejo advierte que “(…) la prolongación de la guerra entraría en combinación con la ciberguerra, lo que complejiza el panorama planetario transido, debido al calentamiento global y a la pandemia de la Covid-19”. Según Merejo, el estallido de este conflicto se ha estado dando de manera brutal y sin misericordia y su dilatación profundizará la crisis planetaria que estamos viviendo en lo energético (petróleo y gas) y amenaza la seguridad alimentaria, la salud física y mental que se encuentran muy deteriorada como resultado de la pandemia” (p. 12).


Merejo entiende que los académicos deben familiarizarse con la tecnología, incluyendo los modelos de lenguaje pertenecientes a la IAD, puesto que oponerse a ella no tiene sentido, ya que la misma vino para quedarse. Se trata pues de crear nuevas estrategias de enseñar y de aprender que estarán condicionadas ineludiblemente por las máquinas de open AI (Inferencias mías). ¡Enhorabuena!


Merejo, Andrés. (2023) Cibermundo transido: Enredo gris de pospandemia, guerra y ciberguerra. Santo Domingo: Editorial Santuario.

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