Roberto Rosado Fernández, educador
Promover la honestidad desde las aulas es tarea permanente de cada centro educativo y de cada educador. La honestidad es sinónimo de paz. Conseguir formar profesionales honestos garantiza una mejor sociedad y el desenvolvimiento de una vida social en armonía y sin contratiempos. Hacer lo justo en cada caso para ser feliz y exitoso.
El padre y fundador de la república Juan Pablo Duarte considera la justicia como ‘‘el primer deber del hombre y el fundamento de la felicidad’’ para ello refiere en su ideario; ‘‘Sed justos lo primero, si queréis ser felices’’. La justeza genera armonía y, sobre todo, paz.
Un sentimiento de paz es posible de lograr partiendo de la creación de un estado de colaboración fraternal entre gente trabajadora, sobre la base de intereses sociales comunes de solidaridad y ayuda mutua’’. En nuestro país se logrará la paz cuando en común sea posible construir un clima social que tenga como objetivo la felicidad colectiva alcanzada con el trabajo manual e intelectual para el desarrollo humano de todos los que forman parte del pueblo dominicano sin distinción.’’ N VERAS
La patria se lacera demasiado cuando la mentira, la falsedad y el engaño crecen y no encontramos forma de detenerlo; cuando la corrupción se convierte en práctica cotidiana en la familia, la escuela, la empresa y en cada institución pública.
La patria se lacera cuando la justicia se aplica para los que no ejercen ninguna función en el estado ni poseen dinero para variar la razón del delito cometido y evitar la sentencia condenatoria.
La patria se lacera cuando el ejercicio democrático de elegir representantes a los órganos electivos de la sociedad se determinan por la cantidad de dinero que posea quien aspira al puesto elegible sin importar su estatura moral y la manera de conseguir el dinero que utiliza para lograrlo.
La patria se lacera cuando se contrae compromisos de servir desde los cargos a la solución de problemas latentes del territorio y quien obtiene el puesto lo utiliza para su provecho personal y familiar.
La patria se lacera cuando, a través de mecanismos comunicativos, se promueve conductas que inciden negativamente en el comportamiento de los ciudadanos desafiando la ética, la moral y las buenas costumbres, aprendidas en el enclave familiar y escolar.
Es patriotismo asumir el compromiso de luchar contra el flagelo que impide la honestidad y la consiguiente paz. Como dijo Juan Pablo Duarte al referirse al patriotismo:” Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria. ’’
Sin embargo, a pesar de tantos escollos, debemos seguir creyendo en que es posible la honestidad y a la paz, ser optimistas, no perder la esperanza y asumir el compromiso de apostar a lo mejor promoviendo el bien, el buen vivir y las buenas costumbres.
El mal nunca es sostenible, el remedio frente a él es la honestidad, la verdad, la solidaridad, la confraternidad y la paz.
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