​No hay motivos para desanimarse

Por Onofre Salvador

La lucha por la conquista del poder político nunca ha sido fácil. Para alcanzar tal objetivo, se necesita trabajar con gran enfoque y perseverancia, entendiendo siempre que es una especie de cima por la que se debe subir con pasos firmes, sin desesperación.

Acabamos de acudir a unas elecciones generales en la República Dominicana, y desde ya, a pesar de que salió triunfante el Partido oficialista, vemos a uno de los partidos de oposición experimentar un enorme crecimiento que le coloca en el segundo lugar, apuntalandolo como un serio contendor para el año 2028.

Todo en la vida es un proceso, mismo que lleva al cumplimiento estricto de procedimientos. En ese sentido, es imperativo conocerlos y aplicarlos al pie de la letra.

La política, fina ciencia que nos enseña sobre los manejos del Estado, entre muchas aplicaciones más, no puede en ningún caso servirse de la improvisación, mucho menos pensar que todo se resuelve de un día para otro sin que medie un gran sacrificio. En su práctica hay de todo, es decir, momentos buenos y malos, por lo tanto, hay que estar listo para disfrutarlo o aguantarlos con valentía, si fuere el caso.

Todos los que vivimos en este territorio, vimos y sabemos las diabluras qué se hicieron desde el poder para que las cosas ocurrieran, sin embargo, el Partido Fuerza del Pueblo, logró alcanzar casi el millón trescientos mil votos, algo extraordinario en una organización con tan solo unos 4 años de fundada. Ese indicativo está diciendo que la conquista del poder está muy cerca.

Aproximarse o llegar al 30 por ciento, en un escenario donde se hizo de todo desde el litoral oficialista, hay que reconocer que se trata de una verdadera proeza, cuyo valor aun no se ha medido. Al verlo, hay que estar conteste que se está construyendo una victoria y que será asunto de tiempo para verla consumada.

Se puede decir, sin equivocación alguna, que se dio una titánica lucha de la vergüenza contra el dinero, de la pureza contra la ignominia. Entonces, los días por venir seguirán profundizando esta lucha, colocando al final el valor de lo que más conviene al país.

La fuerza del Pueblo, no ganó las elecciones, pero se colocó en un sitial muy alto, que le permite ir pensando en una segura victoria en el año 2028, por lo que hay que tirar para alante, porque eso, aunque algunos lo vean lejos, está a la vuelta de la esquina.

No razón para desanimarse, un millón y casi trescientos mil voto, dicen que se acercan acontecimientos interesantes, solo hay que continuar con el buen enfoque y seguir trabajando sin descanso.