​Alba Iris Bautista, una servidora incomparable.

Ella siempre será una estrella que iluminará nuestro pueblo.

Describir una persona como la madrina de todos, que es él que me sale después de su partida, casi imposible, son tantas cosas que ha dejado en los corazones de más de seis generaciones en el municipio de Las Matas de Farfán. No llegó a alcaldesa, ni a diputada, pero tuvo el dominio el poder y sus aportes fueron mucho más que esos que han tenidos el poder político en este municipio.

Pero si le tocó en las cosas más difíciles, las que se logran a sangre y fuego, sin gobierno y sin poder esas que regocijan, como tuvo el orgullo de disfrutar hasta el último día de su vida del éxito de la cooperativa Central, gracias a ella y su fuerza de trabajo tuvo el honor de andar el mundo. La cooperativa se convirtió en parte de su vida misma, nutriéndose ambas de vida, alegría, salud, fuerza y deseos de vivir.

No se tiene idea de lo que será la cooperativa, los clubes y el pueblo de ahora en adelante, habrá que escribir en algunas instituciones, un antes y un después de Alba Iris Bautista, la cooperativa aun cuando ella no tuviera que ver con la parte técnica y administrativa, ni sus ideas tuvieran a ras con los tiempos modernos y las exigencias de la clientela, su sola presencia le era su mayor fortaleza.

En otro orden club Rotario ella fue una columna vertebral, aun con la renovación existente en este, con personas con liderazgo también, ella era la que más boletas colocaba cuando había actividades que involucraban recursos económicos y algo sumamente importante la más influyente en el crecimiento de estas instituciones, las personas nuevas que ingresaron en ambas instituciones fueron apadrinadas por ella, evidenciando su influencia en todos los munícipes, su ideal de servir la convirtieron en una líder municipal.

Según se puede ver su presencia fuerte en todas las actividades realizadas en el municipio, fueran organizada por quien fuera nunca tuvo un rechazo ni político, ni religioso, ni social, ni racial, apoyó todos los funcionarios públicos que tuvieron la oportunidad de realizar labores propias de sus instituciones, aun no simpatizara con su parcela política. Siendo la gran maestra de los discípulos que trataron de seguir sus pasos.

Su legado a esta comunidad es inigualable, insuperable, no ha nacido en esas generaciones que ella modeló, otra persona, que la supere. Hay mucha gente trabajadora aquí y otros que han tomado senderos distintos de acuerdo al desarrollo de la comunidad y de ninguna manera seremos parecidos a la Licda. Alba Iris Bautista, ella no tenía competencia, porque no había quien la supere.

Lo que se puede decir para terminar este comentario es que una servidora e incomparable amiga, compañera, comadre, madrina, madre y esposa. Se escribirá toda la vida de ella para que su ejemplo no se pierda y sirva de modelo a todas las generaciones de las Matas de Farfán, de una servidora incomparable.