​Guardar los mandamientos de Dios.

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Lucila


Guardar los mandamientos del señor antes que las leyes humanas enseñaban los apóstoles. Los gobernantes se sentían culpables de la sangre derramada por Jesús, razón que les conducía a reprimir sus seguidores prohibiendo continuar predicando las ideas de Jesús. El apocalipsis potencia la figura del cordero desangrado como lleno de pureza, poder y gloria. Jesús hace una aparición tercera después de su ascensión al cielo muestra su plenitud, pone a prueba su lealtad, anuncia la crucifixión de Pedro, insiste en su camino de predicación de sus enseñanzas.


Los discípulos de Jesús posterior a su muerte iban predicando sus enseñanzas por distintos pueblos, esto ocasionó persecuciones y nuevas ejecuciones, pero, su amor era tan grande que esto no impedía la diseminación por el mundo de las ideas que constituía la causa por la que Jesús entrega su vida.


Más adelante Juan en el apocalipsis deja claro que Jesús sería el hombre más poderoso de la tierra que significaba el fin una era y el inicio de otra con mucho más luz y esperanza para la vida humana, la reivindicación del cordero, es decir, la redención del mundo.


Jesús le muestra a Pedro si será capaz de dejarlo todo por amor a él, le anuncia su destino por su devoción y lucha por las ideas del. Cielo y tierra pasarán más su palabras no pasarán. El mundo hasta el día del fin hablará de ese hombre que entrega su vida para la salvación de la humanidad.


La palabra nos motiva a seguir los mandamientos de Jesús, él lo resume diciendo amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Si queremos una vida llena de metas, objetivos y esperanzas cumplidas es necesario observar su dictamen de amor. Consideraba el que tiene amor lo tiene todo. El amor es un sentimiento distinto al querer, el que tiene el primero es capaz de darlo todo por esa pasión.


Hay ideas de santos y reflexiones que dicen, puedo entregarlo todo por lo demás sino tengo amor no hago nada. El mensaje de amor de Jesús es claro, si tengo amor respeto a los demás, amo a mis padres y lo honro, cuido y protejo la vida, no es necesario jurar porque mi amor me hace ser confiable, no cometería actos de infidelidad, no declararía falsos testimonio, respetaría al hombre o la mujer del prójimo, no cometería injusticia, ni permitiría que alguien lo haga en mi presencia.


Finalmente Jesús quiere, no solo vivamos en su amor, enseñar el evangelio a toda criatura. Observar nuestro entorno y reflexionar, sobre que estamos haciendo por nuestro padre en la imagen de su hijo Jesús. Cuántas personas cada día le hablamos del mensaje esperanzador de Cristo. Jesús nos manda a ser pescadores de hombre. Si tengo amor no me alcanza el desánimo ni el cansancio, depresión.

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