​Liderazgo y nepotismo en las instituciones.

En la sociedad actual el nepotismo ha sido un concepto rechazado, hasta por aquellos que no conocen las leyes. Mirándolo desde afuera parece injusto que personas necesitadas pierdan oportunidad por ser familiares de funcionarios. Cualquiera no quisiera entonces que un familiar suyo llegue a un puesto.

Es bueno aclarar que si se fuera consciente de que el nepotismo está prohibido por ley los funcionarios públicos no tuvieran la presión de sus familiares, por los cargos. Un modelo de rigurosidad con el nepotismo son las instituciones financieras. Estas no admiten en su interior parentesco hasta la tercera generación, es decir, ni primos hermanos por la delicadeza de las operaciones que se realizan en estas instituciones.

Esto lo hacen las empresas para transparentar los procesos. Los objetivos de la misma obligan a tomar medidas de seguridad. Eso ha funcionado muy bien permitiendo el desarrollo empresarial, la confianza de los clientes.

El nepotismo está ligado a la corrupción, de acuerdo a la mirada ciudadana. Más sin embargo cualquiera puede pensar que también estas personas como parte del Estado tienen derechos. La designación en puestos públicos y privados por medio de concurso evita las violaciones a lo establecido, con respeto al tráfico de influencias. Es decir, por amiguismo o por otro tipo de compromiso.

Por lo menos se puede evitar esta parte pero lo relativo a familiares en puesto la constitución de la república y la ley de los ayuntamientos, las normativas de todo el sistema financiero, son muy claras. La ley prohíbe aun sea por concurso la participación de familiares para optar por puestos.

Hay que trabajar apegados a la ley, una vez las instituciones violan sus propias leyes están condenadas a fracasar, por tal razón estas deben ajustar sus actuaciones a las normas establecidas de lo contrario deben prepararse para rendir cuenta.

De alguna forma se debe ir trabajando la transparencia en todas las instituciones públicas, pues es ´parte de construcción de cambios sociales y avances hacia progreso del país. El momento exige que haya un recogimiento en todos estos estamentos para evitar ser llevado a juicio posteriormente.

Es momento de adecuarse a los cambios de la sociedad, estos tiempos son delicados, se han eliminado las fronteras, especialmente con los avances de la comunicación y la información, nada está oculto, el que se arriesga a tomar en sus manos la ley, será sentado en el banquillo de los acusados.

Se introduce en nuestro medio el tema del buen ser, buen hacer, que en síntesis se inició en las empresas como la calidad total, lo que en Japón privilegia la limpieza. Los resultados de dichas concepciones han transformado el mundo.

Hay que subirse en la patana del buen hacer, todo lo que se hace hay que hacerlo bien. Eso solo, asegura el éxito, a todos satisface ser reconocido por su buen actuar.

La autora es docente de la UASD.