El Matero, Tener un buen proceso digestivo nos garantiza una óptima absorción de nutrientes esenciales y la correcta eliminación de los desechos que el cuerpo no necesita.
Si bien lo pasamos por alto, las funciones del sistema digestivo desempeñan un papel principal en la salud de otros sistemas y órganos importantes.
Debido a esto, quienes sufren digestiones lentas suelen desarrollar una amplia variedad de afecciones y síntomas que, con el tiempo, afectan la calidad de vida.
Estas aumentan la tendencia a acumular grasa y, a su vez, conducen a desequilibrios inflamatorios que afectan el metabolismo, la circulación y las funciones linfáticas.
Por esta razón es primordial brindarle atención, procurando mantener hábitos de vida saludables y proporcionándole al organismo los nutrientes que requiere para mantenerse en buen estado.
Dado que muchos están teniendo inconvenientes, el siguiente espacio lo queremos dedicar a 6 interesantes consejos para decirle adiós a las digestiones pesadas.
Por obvias razones, la alimentación es uno de los aspectos más importantescuando de mejorar la digestión se trata.
Una dieta sana, equilibrada y que le brinde al cuerpo todos los nutrientes que requiere facilita los procesos digestivos.
Parece un hábito inofensivo y común al momento de comer, pero no masticar bien los alimentos puede afectar las funciones del estómago y el intestino.
Cuando las comidas no están bien masticadas, la digestión se vuelve más pesada y los procesos pueden tardarse hasta el doble de tiempo de lo normal.
Esta situación conduce a la fermentación de algunos desechos y, al quedar retenidos, provocan inflamación y gases.
- Lo ideal es masticar bien cada alimento, de modo que no haya dificultad al tragarlo.
- La cantidad de veces que se mastica varía en función del tipo de comida, aunque se recomienda hacerlo hasta 40 veces.
El agua es un líquido vital en el proceso digestivo. Esta no solo ayuda a mantener el sistema lubricado, sino que también es esencial para realizar la mezcla correcta de los alimentos antes de estimular la eliminación de los desechos.
Un organismo deshidratado suele tener graves dificultades digestivas, ya que las heces son más compactas y, al limitarse su excreción, producen estreñimiento.
Aunque esta recomendación forma parte de los hábitos dietarios, es fundamental hacerle una mención especial, ya que la fibra desempeña un papel muy importante en el alivio de las digestiones pesadas.
El consumo de los alimentos que la contienen ayuda a restablecer el movimiento intestinal y facilita la expulsión de los desechos.
5. Modera las porciones
La sensación de pesadez en el estómago también es habitual cuando se ingieren platos demasiado abundantes y copiosos.
Este tipo de hábitos puede provocar dispepsia o digestión lenta, además de dificultades metabólicas y aumento de peso.
Las porciones demasiado grandes resultan irritantes para el estómago y, al sobrecargar sus funciones, provocan dolor e inflamación.
Comer y beber al mismo tiempo no es un hábito saludable si lo que se busca es mejorar las digestiones pesadas.
Esta práctica hace que el estómago ralentice sus funciones, lo que prolonga el tiempo de la digestión de los alimentos.
¿Sientes pesadez después de comer? ¿Tu digestión es lenta y te causa inflamación? Pon en práctica estos sencillos consejos y comienza a mejorarla a partir de tus hábitos.
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